Yanina Latorre sorprende al elogiar a sus rivales: “Me encanta cómo se viste”
Publicado: 10 / 10 /2025La televisión argentina es un escenario donde las rivalidades, el humor y la ironía se entrelazan con maestría. En un episodio reciente del programa Otro Día Perdido (Eltrece), Mario Pergolini lanzó un reto a la polémica periodista Yanina Latorre: elogiar a algunas de sus más notorias adversarias. Entre nombres como Fernanda Iglesias, Julia Mengolini y Sofía Martínez, Latorre tuvo que poner a prueba su capacidad de admirar lo que, en muchas ocasiones, ha descalificado.
Dato relevante 1: La conexión entre Yanina y la cultura mediática es indiscutible. La “angelita” de LAM, un programa que la ha catapultado a la fama, es conocida por sus críticas mordaces y controversiales, consolidándose como una figura temida y respetada en el ámbito del entretenimiento. Su carácter, combinado con el agudo sentido del humor, ha forjado una personalidad única en el ecosistema mediático argentino.
Dato relevante 2: La palabra “versus” es una constante en el discurso de Latorre. En su conversación reciente, menciona que no siente animosidad hacia Iglesias, a pesar de que esta la haya criticado en numerosas ocasiones. Este juego de palabras y relaciones mediáticas expone la tensión entre lo que se dice y lo que se siente en la pantalla, en un mundo donde el espectáculo es la mercancía más valiosa.
Dato relevante 3: La relación de Latorre con su esposo, el exfutbolista Diego Latorre, es un microcosmos de la complejidad del amor y la convivencia. En su humor ácido, revela que a menudo lo tilda de “enano calesitero” y que sus discusiones sobre gastos pueden escalar en hilaridad, con Latorre defendiendo su gusto por las marcas de lujo mientras reprocha a su marido por las compras menores. Esta dinámica no solo refleja su carácter, sino que también hace eco de la cotidianidad de muchas parejas que navegan entre el cariño y el conflicto.
En el ambiente distendido del programa, Pergolini no solo actuó como animador, sino como artífice de una situación en la que se cruzaron risas y sinceridad. La invitación a Latorre a hablar positivamente de sus rivales fue una danza inteligente que reveló la esencia del conflicto en la televisión: los límites entre ser figura pública y persona privada se difuminan en risas, ironías y elogios forzados.
La charla, que muchos tildarían de superficial, revela en realidad la profundidad de las relaciones interpersonales en el mundo del espectáculo, con sus luces y sombras. Y así, entre eufemismos y sinceridades disfrazadas, Yanina Latorre brilla con una autenticidad que, a menudo, resulta más cruda que cualquier anécdota que pudiera relatar.
